Llega el buen tiempo y las calles empiezan a llenarse de gente, de comulgantes y de parejas que se casan. No es raro encontrarnos con despedidas con sus charangas, novias bailando con sus trajes, señoras y niños gritando ¡qué vivan los novios! al verlos pasar,… y es que parece que ver a unos recién casados nos contagia por un segundo un poco de su felicidad.
Una boda con mucha música.
Eso nos pasó en la boda de Pilar y Sergio. Una pareja que desde que los conocimos irradiaban sonrisas y un buen rollo contagioso que duró toda la boda…
Nos habían avisado «habrá sorpresas…» Sigue leyendo